Cornella, 9:15h de la mañana. Se ve corredores calentado, otros hablando, gente animando. Cojo el dorsal y estiro un rato, ¡No he tenido mucho tiempo para calentar!. Nos preparamos todos en la línea de salida, suena la bocina y salimos “corriendo”.

Tengo planeada la estrategia desde un principio, mi objetivo es hacer 10 km en 50’, es un ritmo bajo, pero se que llevo desde el triatlón de Gavà si ponerme las zapatillas, en total 21 días sin correr aunque he cogido un poco la bicicleta de montaña pero no se como estoy físicamente.

Empiezo marcar ritmo desde el primer kilómetro 5:05, clavado voy a buen ritmo. Al km. 5 por fin un poco de agua, son las 10:00h y un calor abrasador, estamos todos buscando la poca sombra que dan los edificios, árboles, coches y las señales de trafico. Llego al km.7 y al mismo ritmo, clavado como un reloj. Entonces empiezo a subir un poco el ritmo hasta 4:40, comienzo a adelantar a gente reventada, no han sabido dosificarse bien. Cuando al km. 9 empiezo a notar el cansancio, tengo las pulsaciones muy altas pero a lo lejos veo la meta (no es un espejismo), y pienso (como no) “esto ya esta”, todavía me quedan 2 minutos a tope, miro el reloj al llegar a meta 50’ 20’’. Estoy reventado, recojo la bolsa con los obsequios y me voy para casita con los gemelos en los cojones.....

No esta nada mal de tiempo, pero las pulsaciones muy altas. Tengo que mejorar mucho el cardio.
Una carrera muy llana sin subidas pero tiene mucho que mejorar en otros aspectos. Como retirar los coches aparcados donde se realiza la carrera, calles estrechas. Las bolsas de obsequios deberían de estar preparadas para recogerlas más rápido.

Pero la participación de los voluntarios muy buena.