La revolución a la Santa Fe ha llegado. El Papa Francisco ha hecho más en 9 meses que sus antecesores en muchos años. Pero Francisco, no basta con sacar la Santa Mierda fuera, pedir perdón por los pecados ajenos y pensar que todo esta solucionado. 

La iglesia necesita cambios que la conviertan en una institución que ayude a las personas más necesitadas, si Fundaciones, sin TV y Radios manipuladoras, sin palacios en el Vaticano, Mercedes descapotables y batas de Victorio y Lucchino con adornos bordados en oro. 

Detrás de sus bendecidas paredes se esconden millones. Cada año mueren 35 millones de personas por hambre en el mundo, y la iglesia lo permite, sólo les pide que tengan fe, como si la Fe te llenará el estomago, es la hipocresía eclesiástica de la iglesia que prefiere corderos o perros muertos de hambre que personas en la viña del señor.

La iglesia no cambiará, seguirá sin pagar sus impuestos, su Deuda con España. La Deuda del 36, donde los curas y obispos señalaban a Republicanos, señalaban a personas que defendían la igualdad, el cambio, la libertad de un país contra los fascista. Gracias a sus apoyos al régimen y a los crímenes de guerra, que todavía no han reconocido, la iglesia esta libre de pecado o IBI.