El viernes, comienza lluvioso y como en toda obra seria con un gran técnico de seguridad, sí llueve no se trabaja (aunque lo decidió el Jefe de Obra), así que a las 9:30h estoy desayunando en casa una barra de cuarto y un pack de pavo (mi desayuno diario más un croissant para celebrar el día de fiesta por la FACE). Llevo todo el día en el sofá tirado, sentado y etc. (llevó mas posturas que el kamasutra).

Por la tarde acompaño Adela a la UB y después voy al Prat al gym. La entrada cuesta 5,5 Euros (un robo como todo). 45’ de spinning con sufrimiento y sudor no recomendable para el público en general. Al salir de spinning nos vamos hacer un poco pesas dorsal, bíceps y tríceps otra hora más.

Sábado de compras y por la tarde natación 45’ de técnica. Por la noche salimos a cenar y a celebrar el cumple de mi padre a las 02:00h estoy en la cama.

Suena el despertado a las 5.15h, sólo he dormido 3 miserables horas menos mal que Adela se presta a coger el coche para ir a Begur. Llevó todo el camino sobando y llegamos a Begur a las 7:30h tiempo record. A las 8:00h nos equipamos y nos tiramos al agua a las 9:15h. Hoy toca Furio Fito, pero hay mala mar y una corriente de sur que sólo nos deja hacer el lado norte del Furio. Bajamos por el cabo, al llegar al furio me dejo caer hasta los - 42.2m por hoy mi máxima profundidad en una inmersión. Al llegar a los - 42.2m noto que algo no va bien creo que tengo narcosis (la borrachera del buceador). Mi primer síntoma fue desorientación después mareos y visión lenta al notar la “narcosis” empecé a ascender lentamente y como por arte de magia desapareció menos mal (no era buen día para tonterías). Empezamos a ascender lentamente mirando todo el costado norte al llegar a la boya ya cansado de ir y venir, le digo a Adela que subo para arriba, me da el “ok” y comenzamos a ascender hasta los 5m. Hago una parada de descompresión de 4 minutos eternos por el vaivén de las olas, los latigazos del cabo y la corriente. En fin una mala inmersión.